Mensaje del Secretariado de JPIC de los Misioneros Claretianos en RDC sobre la guerra al Este del País

Ene 31, 2025 | Noticias de Base JPIC

Queridos hermanos y hermanas,

Como ustedes saben, la población del Este de la RDC sufre ya desde hace tres décadas una guerra ocasionada por más de 100 grupos armados presentes en las provincias de Sud Kivu, Nord Kivu et Ituri, que constituyen una región muy rica en productos agrícolas y recursos minerales. Los últimos informes del grupo de expertos de la ONU sobre la situación de seguridad en RDC prueban suficientemente el apoyo de las tropas ruandesas al M23, uno de esos grupos rebeldes que, después de haber tomado el control sobre una vasta zona rural de Nord Kivu, avanzó sobre la importante ciudad de Minova y el 29 de enero asedió la ciudad de Goma, capital de la provincia. Durante esta expansión del M23, la intensificación de la violencia y el deterioro de la situación humanitaria alcanzaron una gravedad sin precedentes.

A los siete millones de desplazados internos que contaba ya la región se sumaron 400.000 refugiados suplementarios que durante el mes de enero huyeron los ataques del M23 en Minova y buscaron asilo en los campos ya superpoblados de Goma. Al llegar allí, el M23 tomó dichos campos de refugiados como objetivo de sus ataques, lo que provocó cientos de muertos y miles de heridos entre los civiles. Tendidos sobre el suelo, estos últimos esperan asistencia médica en hospitales desbordados. La población de Goma se vio privada de agua, luz y medios de subsistencia durante cuatro días. Además, el M23 atacó las bases de la misión de Naciones Unidas para la paz, causando la muerte de 14 cascos azules. Tales acontecimientos constituyen crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.

Como lo han expresado diferentes actores de la sociedad y el gobierno de la RDC, la presencia de las tropas ruandesas sobre el suelo congoleño apoyando abiertamente la milicia del M23 representa una violación flagrante de la soberanía nacional y del derecho internacional. Por ello, durante las reuniones convocadas de urgencia por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el 26 y el 28 de enero, la mayoría de los países destacaron el riesgo real de una nueva crisis en la Zona de los Grandes Lagos y llamaron a Ruanda a retirar sus tropas de la RDC y su apoyo al M23. Por su parte, la MONUSCO pide la creación de pasajes humanitarios que permitan el aprovisionamiento en artículos esenciales, el relevo del personal y el desplazamiento seguro de la población civil. Para ello, es urgente que la RDC y Ruanda relancen el diálogo político (Proceso de Luanda), ya que la vía militar se evidencia incapaz de resolver el conflicto.

En cuanto a las causas del problema, si bien la coalición de la armada ruandesa y el M23 presente la defensa de la comunidad Tutsi como justificación de su presencia en RDC, lo que ella opera es una ocupación territorial y un control de las zonas mineras, por ejemplo la de Rubaya en el territorio de Masisi, donde hay importantes reservas de Coltán (presente en nuestros teléfonos y computadoras). Tal como ha sido documentado, estos minerales parten hacia Ruanda. Por eso, entre las demandas urgentes de la RDC se encuentra el embargo sobre los recursos naturales declarados como de origen ruandés, en particular, el oro y el coltán. En efecto, la comunidad internacional y concretamente los países miembros de la Unión Europea, tienen un rol crucial a desempeñar en las negociaciones ya que ellos pueden condicionar el apoyo al desarrollo y la cooperación en la cadena de valor sobre las materias primas de los que depende la economía ruandesa; como lo demostró la medida ejemplar recientemente tomada por Alemania.

En este contexto, la exigencia expresada por el Papa Francisco “¡retiren sus manos de la RDC!”, resuena estos días con una fuerza particular. El Señor, presente en el corazón de este pueblo y de su historia, sigue convocándonos a buscar la paz que es fruto de la justicia y a gritar otra vez, con todas nuestras fuerzas: “¡nunca más la guerra!”

Kinshasa, 31 de enero de 2025