comprometida con la fraternidad universal (Fratelli tutti), la justicia, la paz y el cuidado de la casa común (Laudato si’). Con espíritu de sinodalidad, colaboramos con gentes de diferentes culturas, etnias y religiones para la transformación del mundo según el designio de Dios (cf. CC 46).
Los habitantes de la Misión Zhomba en Gokwe, una región que abarca los territorios de tres jefes, Nenyunga, Simuchembo y Madzivazvido, enfrentan una grave crisis de hambre. Ya marginadas económica y socialmente, las aproximadamente 40,000 personas que dependen principalmente de la agricultura han sido devastadas por una sequía prolongada, sin ninguna ayuda alimentaria a la vista.
La temporada agrícola de 2023 fue excepcionalmente difícil. Las lluvias fueron mínimas e irregulares, llegaron tarde y terminaron abruptamente, dejando los cultivos sin el tiempo necesario para madurar. Esto resultó en un fracaso total de las cosechas. Para enero de 2024, el impacto de la sequía severa ya era evidente, con los reservorios de agua secándose y tanto personas como ganado luchando por encontrar agua potable.
En esta situación desesperada, los residentes buscaron ayuda en el gobierno, programas de bienestar social y organizaciones humanitarias. Desafortunadamente, no se han tomado medidas adecuadas para abordar plenamente la crisis. Un obstáculo significativo fue la tardía declaración de la crisis como desastre nacional, lo que retrasó la respuesta de organizaciones benéficas como Caritas. Para empeorar las cosas, la respuesta se complicó con la política partidista, con planes de distribución de ayuda alimentaria anunciados pero no realizados.
Los programas como el de “Comida por Trabajo” inicialmente generaron esperanza, pero aún no se han implementado, dejando a las comunidades desilusionadas. La ayuda limitada de bienestar social se ha visto socavada por la corrupción, beneficiando a unos pocos conectados con líderes locales, mientras la mayoría queda sin asistencia.
En un golpe adicional, se ha obligado a las personas a trabajar en proyectos de carreteras y represas sin alimentos ni compensación adecuada. Muchos residentes mayores, que ya deberían estar retirados, están entre los que trabajan con promesas de una mínima compensación, a menudo solo un pequeño saco de harina de maíz. Esta situación ha puesto a prueba los valores sociales, especialmente el respeto y cuidado hacia los ancianos.
La lucha por sobrevivir también ha llevado a una grave degradación ambiental, ya que muchos recurren a talar árboles para producir carbón y venderlo por comida. Esta deforestación ha dejado la zona más vulnerable a los vientos fuertes, que han destruido numerosas viviendas. Sin alimentos para el ganado, algunos residentes arriesgan sus vidas llevando a sus vacas a pastar en parques naturales, enfrentándose a peligros tanto de guardabosques como de animales salvajes. Trágicamente, algunas personas han perdido la vida en estos intentos desesperados, y muchos animales han muerto por agotamiento y falta de agua.
La crisis se ha convertido en un problema social complejo, aumentando el crimen y los comportamientos violentos en la zona. Muchos jóvenes han emigrado en busca de empleo en otros lugares, con la esperanza de enviar dinero a sus familias. Las familias se están separando a medida que los hombres parten en busca de trabajo, y muchos terminan en condiciones peligrosas y explotadoras, incluida la minería ilegal, que ha tenido un impacto perjudicial en su salud física y psicológica.
El acceso al agua es otro gran desafío. Las personas esperan durante horas para llenar un solo balde y, a veces, deben caminar más de 15 kilómetros durante la noche para obtener agua potable. El poco ganado que queda es frecuentemente robado o se ahoga en el lodo cuando las fuentes de agua se secan. Los residentes acusan a algunos policías locales de estar involucrados en el robo de ganado al emitir documentos de autorización para animales robados. La búsqueda incesante de agua ha dejado a muchos exhaustos y estresados, privándolos de descanso y poniendo en riesgo su salud.
La falta de agua potable representa un grave riesgo para la salud, ya que las personas se ven obligadas a beber agua no segura. La combinación de calor extremo, largas caminatas bajo el sol y descanso insuficiente está pasando factura a su salud. Los ancianos, en particular, enfrentan enormes dificultades mientras luchan a diario por sobrevivir.
Las escuelas locales han recibido recientemente apoyo gubernamental para un programa de alimentación, pero estas han informado que la harina de maíz proporcionada es de mala calidad, y parte de ella está en mal estado. La falta de una nutrición equilibrada significa que incluso la única comida que los niños reciben en la escuela es insuficiente, dejándolos hambrientos durante gran parte del día.
Mirando hacia el futuro, es probable que la crisis de hambre persista, ya que los residentes no tienen semillas para la temporada de siembra de 2024 y carecen de fondos para comprarlas. Existe una frustración generalizada por la falta de equidad en la distribución de la ayuda gubernamental y la ausencia de una plataforma para expresar quejas. Aunque algunas personas han intentado organizar la distribución de alimentos, sus esfuerzos son como una gota en el océano, incapaces de frenar las llamas del hambre que azotan la región. Ahora las personas incluso están extrayendo agua de manantiales profundos en los parques naturales, a pesar de los peligros.
Es urgente proporcionar asistencia alimentaria para devolver la esperanza a la gente de la Misión Zhomba. Además, una inversión en infraestructura hídrica, como pozos, podría ser un salvavidas, permitiendo un futuro sostenible para esta comunidad.
El próximo 17 de noviembre de 2024 se celebra la VIII Jornada Mundial de los Pobres, y el Papa Francisco ha elegido un lema particularmente significativo para este año dedicado a la oración, y en la proximidad del comienzo del Jubileo Ordinario de 2025: «La oración del pobre sube hasta Dios» (cf. Si 21,5).
Esta vez la oración ha sido preparada por las Hermanas Claretianas (RMI) con referencias a sus fundadores. Unámonos a toda la Iglesia en esta jornada eclesial de oración.
Cada año, del 1 de septiembre al 4 de octubre, la familia cristiana se une en esta celebración global de oración y acción para responder juntos al clamor de la Creación: la familia ecuménica de todo el mundo se une para escuchar y cuidar nuestra casa común, el Oikos de Dios.
Es un tiempo especial en el que celebramos a Dios como Creador y reconocemos a la Creación como el acto divino continuo que nos convoca como colaboradores para amar y cuidar el don de todo lo creado. Como seguidores de Cristo de todo el mundo, compartimos una llamada común a cuidar de la Creación. Nuestro bienestar está entrelazado con el bienestar de la Tierra.
Nos alegramos de esta oportunidad de salvaguardar nuestra casa común y a todos los seres que la comparten. En medio de la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, muchos empiezan a desesperarse y a sufrir ansiedad ecológica. Como personas de fe, estamos llamados a levantar la esperanza que inspira nuestra fe, la esperanza de la resurrección. No se trata de una esperanza sin acción, sino de una esperanza encarnada en acciones concretas de oración y predicación, servicio y solidaridad.
Durante este periodo, también estamos uniendo nuestras voces cristianas a través de una iniciativa conjunta de apoyo al Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles que exige la paralización de nuevos proyectos de combustibles fósiles.
Unete a este esfuerzo común de la familia cristiana y a las tres acciones propuestas para este tiempo de la creación:
El 1 de septiembre la Fiesta de la Creación, para el que te ofrecemos una oración que podrás usar tanto en comunidades religiosas como laicales.
El 21 de septiembre tendremos el día de acción por la incidencia: Será un día de acción para respaldar el Tratado de No Proliferación de los Combustibles Fósiles (TNPCF; FFNPT en inglés). La 79a Sesión de la Asamblea General de la ONU tendrá lugar del 10 al 24 de septiembre y es en este contexto en el que los cristianos, como familia global, alzaremos nuestras voces y mostraremos cómo las comunidades religiosas pueden ser potentes agentes de justicia y esperanza en todo el mundo.
El 4 de octubre celebraremos San Francisco de Asís: El 4 de octubre es su fiesta y el último día del Tiempo de la Creación. Personas de fe de todo el mundo se reunirán en un servicio de oración en línea preparado por el Comité Ecuménico Juvenil del Tiempo de la Creación para celebrar conjuntamente nuestro camino de un mes.
El 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que busca promover la inclusión, la igualdad y el respeto hacia estas comunidades. Hoy día hay más de 476 millones de personas indígenas en aproximadamente 90 países del mundo, que representa apenas al 5% de la población mundial, y la mayoría se encuentran en situación de alta vulnerabilidad.
En esta ocasión la oración ha sido preparada por el equipo JPIC de Seglares Claretianos para toda la familia claretiana. Hagamos que esta jornada sea un momento de oración y reflexión para nuestras comunidades. Un abrazo fraterno
El día 22 de abril recordamos el Día Internacional de la Madre Tierra. Ella es nuestro hogar, y tenemos una relación especial con ella como madre. Esto no es un simple concepto intelectual, sino un concepto emocional y relacional. También es un concepto que tiene sus raíces en las culturas indigenas que nos ayudan a promover la armonía con el resto de la creación.
Les ofrecemos a continuación los materiales preparados por nuestras hermanas de Filiación Cordimariana, a las que damos las gracias por el trabajo realizado por su equipo de JPIC. El diseño y publicación ha estado a cargo de nuestro hermano Claretiano Vincent Ojwang, uno de nuestros Cyber Misioneros. Gracias P. Vincent!
22 de marzo de 2024, Uno de los efectos de la triple crisis medioambiental es la escasez de agua para consumo humano y para el sostenimiento del medio ambiente. Que se ve agravado por el sobre uso que hacen de ésta algunas actividades humanas como la minería y la agricultura.
Ya son muchas las comunidades que están siendo afectadas por este problema, y muchos especies que desaparecen o se ven obligados a moverse en busca de este precioso bien con todas las consecuencias que ello supone.
Éste es sin duda un día importante para rezar por los hermanos y hermanas mas vulnerables y por la naturaleza, y sobre todo por una justa distribución del agua. También hacernos mas conscientes de un problema que nos afecta a todos y en el que todos podemos hacer algo
Como familia Claretiana queremos compartir este archivo en el que encontrarás materiales para rezar así como información sobre el origen de la jornada y la problemática del agua. Damos las gracias a los Seglares Claretianos que han preparado con todo el cariño este tema para toda la familia claretiana.
Como de costumbre pueden encontrar el archivo traducido en 5 lenguas.