Cada año celebramos el Día de la Misión Claretiana con la alegría de fortalecer la conciencia sobre la universalidad de nuestra Misión y compartirla con quienes trabajamos conjuntamente. Para 2025, queremos centrarnos en el tema: “Las Mujeres: Agentes de Evangelización y Empoderamiento”.
En esta carta introductoria, compartimos algunas reflexiones sobre la relevancia de este enfoque. Las mujeres han sostenido la humanidad en sus manos. Han cuidado, enseñado y resistido en el silencio impuesto por los poderosos. Este mundo debe escuchar su voz profética, reconocer su labor y dejarse transformar por su visión, una visión que puede devolver la esperanza a una humanidad perdida en la vorágine del consumismo y la indiferencia.
Pero no basta solo con confiar en las capacidades de las mujeres; también debemos apostar por una nueva masculinidad. Los hombres pueden liberarse de los roles impuestos por la historia y la sociedad, avanzando hacia una diversidad que enriquece y permite reconocer plenamente los dones del Espíritu. Por eso celebramos con esperanza este día de la Misión Claretiana bajo el lema “Mujeres: Agentes de Evangelización y Empoderamiento”. En nuestras misiones, reconocemos con gratitud que ellas son las que sostienen, muchas veces en la sombra, la tarea evangelizadora. Son las guardianas del espíritu misionero, las defensoras de la vida y las anunciadoras de la fe.
Como en el Evangelio, las mujeres deben ser protagonistas, pero no como fruto de una concesión de nadie, sino por el reconocimiento de su dignidad. María, al decir “sí” a Dios, dio inicio al plan definitivo de salvación, cantó la liberación en el Magníficat superando a los profetas anteriores, y sostuvo a la primera comunidad con su esperanza. Isabel creyó en la fuerza transformadora de Dios. Las mujeres permanecieron junto a Jesús en el Calvario y fueron las primeras en proclamar su Resurrección.
En un mundo marcado por la polarización, nuestra misión es trabajar por restaurar las relaciones: con Dios, con los demás y con la Creación. Para ello, necesitamos dejarnos transformar por el Espíritu, que nos invita a reconocer y compartir los dones recibidos, superando las diferencias impuestas. Es momento de dejar atrás los miedos que nos limitan y abrirnos a la riqueza y diversidad del Espíritu, construyendo de forma conjunta una nueva humanidad.
Hoy, como entonces, el Espíritu clama por un mundo nuevo. Este mundo no se construirá sin mujeres y hombres que acepten vivir en clave de conversión. Merecerá la pena celebrar esta jornada si tenemos el valor de dejarnos sacudir por el Dios que confió en María para sostener su vida, si permitimos que el Corazón de esta mujer fuerte moldee nuestra vida y nos impulse a transformar el mundo desde las raíces.
Os invitamos a prepararos para celebrar con entusiasmo el Día de la Misión Claretiana el 27 de abril de 2025. Os deseamos un feliz y fructífero Adviento.